sábado, 13 de febrero de 2016

YA NO HABRÁ PAZ.


Aquel día 30 de enero era el día escolar de la no violencia y la paz pero, ¿qué escuela?,¿qué paz?,
¿la escuela que fue bombardeada?,¿la paz firmada entre balas y manos ensangrentadas?.
Es fácil hablar de paz a quién no fue a la guerra, es fácil hablar de paz a quien no dejó a nadie atrás.
No alcemos la voz sobre mentes vacías, no proclamemos nada ante cabezas ensimismadas frente a la pantalla, no denunciemos nada a los que solo se acuerdan del dolor en un único día, porque ellos, ellos, no harán nada.

En una ciudad desoladora, cuya vida se apaga por cada bomba, por cada edificio destruido, por cada persona ahogada entre sangre y lagrimas, hablemos de paz.
Hablémosle de Paz a aquel niño que perdió a su madre en el campo de batalla
Hablémosle de Paz a aquella niña que fue violada y ahora espera al engendro del que fue su propio asesino.
Hablémosle de Paz a aquellos niños que no escriben con lápices sino, obligados proyectan misiles hacía el territorio enemigo.
Hablémosle a aquellos que viven el odio día a día, para que un día no alcen las armas, para que un día no griten Guerra, sino alegría.
Son el futuro, son el camino, no nos permitamos otra generación perdida.

Y es que ojalá algún día ya no hablemos más de Paz. La paz es una de las soluciones que a la guerra se le da, la paz es consecuencia de ella. Dejaremos de hablar de Paz cuando dejemos de hablar de Guerra.

¿Bonito, no? Lástima, pues no se cumplirá. Nadie esta dispuesto a consolar a nadie porque, admítanlo, no quieren la Paz. Por cada minuto me doy más cuenta de ello, por cada pelea, por cada insulto, por cada puñetazo desconfío más del ser humano. Que un niño muera, que una niña sea violada es nada más y nada menos que por nuestra culpa. La pobreza y guerra vivida en aquellos países que con gesto de ignorancia y absoluta impunidad decimos que no sabemos ni ubicarlos en el mapa, está hecho a propósito. La otra mitad del mundo no está dispuesta a compartir lo que tan asquerosamente le sobra, es más, estaría totalmente dispuesta a conquistar a su otra mitad con el fin de conseguir más si fuera necesario.
Sucio y avaricioso ser humano proclama la paz mientras esconde la mano a punta de bala.

3...2...1....¡Dispara! La guerra no ha terminado.





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